El origen de las cubiertas


El origen de las cubiertas


Solo una mirada fija e inocente hacia todo lo que nos rodea nos hace reflexionar acerca de su origen, y entre todas las respuestas, hay un hecho que parece tener una verdad oculta: Todo lo que nos rodea, está hecho para protegernos.

Por más de 40.000 años el ser humano ha intentado resguardarse del frío, el sol y la lluvia fabricando sus propios refugios a partir de pieles de animales o fibras vegetales como el lino y algodón. No fue sino hasta la revolución industrial donde hubo un gran salto en el desarrollo de textiles sintéticos los cuales ofrecieron un sin fin de aplicaciones, un ejemplo de ello, han sido los campamentos usados en épocas de guerra para proteger a los soldados de la intemperie gracias a su gran resistencia y fácil instalación.

Las cubiertas también eran utilizadas por los romanos, desde sus mercados, hasta el imponente coliseo que era adornado con una especie de toldo gigante llamado “Velarium” que funcionaba como techo corredizo para proteger al público de los rayos del sol; estas cubiertas retráctiles eran elaboradas por profesionales de la navegación utilizando el principio de las velas de los barcos.

Con el tiempo estos cubrimientos continuaron perfeccionándose gracias a la invención de poleas y sistemas de tensión, pasando a tener un uso mucho más decorativo para ser usados en fachadas de edificios, jardines o terrazas con el fin de aprovechar espacios en desuso.

Hoy en día, los toldos han dejado de ser un elemento que se utilizaba exclusivamente para protegerse del sol y la lluvia, para convertirse en un elemento que complementa y resalta la imagen de la vivienda o sector donde se instala.

"No hay que olvidar que las cubiertas se crean por la necesidad del ser humano de protegerse en lugares donde por sus medios naturales no era posible resguardarse"



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